Hace días que no escribía por aquí. Estaba haciendo otras cosas, fotos, leyendo,archivando, e incluso holgazaneando, que de vez en cuando no está nada mal. Lo de este blog me lo estoy tomando con mucha (¿demasiada?) tranquilidad, comprendo que algún que otro seguidor/lector se esté mosqueando un poco. Lo siento. Paciencia, intentaré ser más prolífico.
Antes que ninguna otra cosa, expresar solidaridad total con mis paisanos de Lorca. Cuando el dolor es cercano se nota más, a mí me ha dolido también. Un sincero abrazo desde el corazón.
Con el fin de ponerme un poco al día, haré un repaso general de lo que veo, leo y ocurre al mi alrededor y está relacionado con la fotografía.
La semana pasada estuve en la presentación de un nuevo proyecto web llamado “Obtura”. Sus creadores, Paco Elvira, David Monfil y Nacho Rodriguez, quieren abrir una nueva brecha en el mundo del reportaje gráfico. La propuesta se basa en la difusión de trabajos de autor que sean capaces de contar una historia periodística, original pero con todo el rigor y calidad posible. Cada uno de los trabajos seleccionados se expone en el portal con formato multimedia, un vídeo de las imágenes y otro vídeo con una entrevista con el autor, además de una descripción de la obra. De momento hay 12 fotógrafos, con varias historias cada uno. Como ellos mismos dicen: un amplio espacio para que los autores puedan publicar los reportajes de calidad que la prensa tradicional, en su actual situación de crisis, no es capaz de llevar hasta el usuario final.
Obtura no es una empresa, es un proyecto sin ánimo de lucro y por esta razón no pretende ganar dinero, añaden. La financiación viene de aportaciones voluntarias, patrocinios y de los servicios producción que ofrecen, como la creación de vídeos, documentales audiovisuales o spots de promoción. Ya que Internet es el medio de comunicación mayor que hay, Obtura actúa como una ventana de presentación de fotoperiodistas, de sus obras y de ellos mismos, y así tratar de conseguir que se les conozca mejor y, sobre todo, que a través de Obtura puedan hacer, publicar en cualquier formato, multimedia incluido, un trabajo profesional remunerado. Mucha suerte.
Los de Adobe no paran. Ya van por el Creative Suite 5.5 (CS 5.5) que incluye la versión 12.0.4 de Photoshop. Aparte de actualizaciones –gratuitas si se tenía CS 5.0-, las novedades aparecen en forma de suscripciones mensuales sólo a aquellos programas que interesen. Así siempre se está ala última y no hay que pagar si no se utiliza. Interesante. Otra novedad es la inclusión, cada vez mayor, de herramientas y aplicaciones específicas para el iPad. Es como tener una pantalla suplementaria del ordenador para las herramientas y que también sirva para usar Photoshop desde el propio iPad. Aunque parece una buena idea, no se yo si realmente es práctica. El tamaño del monitor es fundamental y el iPad no puede competir. Por lo visto hay quien no se puede separar de su iPad nunca… y paga (poco) por la aplicación “NAV”.
La crisis se nota, y las grandes ferias lo sufren. Se acabó aquello de la PMA (Photo Marketing Association) por un lado, y el CES (Consumer Electronic Show) por otro. A pesar de todos los intentos de la PMA, trasladándose de Las Vegas a Anaheim, cambiando el nombre por el de Cliq 2011 y hacer la feria en septiembre, no ha podido ser.
La próxima edición será conjunta, en Las Vegas, en enero. Y se llamará PMA@CES, tal cual. Así que una feria menos, menos gastos y, se supone, que mayor cantidad de empresas presentes. Hasta el año que viene.
Los derechos de autor están otra vez en el punto de mira de fotógrafos, agencias, jueces y empresas. Y es que robar una fotografía en Internet es muy fácil. Lo difícil es demostrar que es tuya y que tienen que pagarte por utilizarla comercialmente. Hay quien peca de ingenuidad y cuelga las fotografías en la primera red social que pilla, otros se sienten totalmente amparados por CC (Creative Commons) y luego se dan cuenta de lo costoso que resulta reclamar. Los fallos judiciales también crean polémica, ahora es el juez el que decide si una fotografía es una obra de autor, y por lo tanto hay que pagar por usarla, o por el contrario es una “mera fotografía” sin ningún derecho y se puede coger de Internet y usarse sin pagar un duro. El mes pasado, el domingo 17 de abril, RTVE emitió el documental “Copiad malditos” muy esclarecedor del tema. Son varias entrevistas libres, bajo licencia Creative Commons, así que se pueden descargar y utilizarlas si quiere profundizar en el tema.
Por otro lado, está la autoría de una obra. Antes, el que poseía el negativo era el autor (algo también muy discutible), pero ahora la fotografía digital debía de suponer un avance definitivo. Cualquier cámara por simple que sea incluye muchos datos junto con los de la propia fotografía. No digamos ya si se trata de una cámara profesional. Pues bien, no se hagan ilusiones, ya se han roto las protecciones de estos archivos y también se pueden manipular. Así que da igual que la fotografía esté guardada en formato RAW, lleve incrustados todos los datos del archivo, el IPTC más completo y lo que el propietario de la cámara quiera añadir, se puede entrar en esos contenidos y cambiar cosas. Eso sí, hay que ser un auténtico experto (pirata) para poder hacerlo. Un galimatías en el que rara vez aparece como completo ganador el fotógrafo, sólo las agencias,grandes y pequeñas, las que venden a través de la Red, parece que han sido capaces de encontrar fórmulas seguras para proteger las fotografías. Habrá que acudir a ellas.
Estos días se han presentado cámaras nuevas, como las Lumix de Panasonic o las Exilim de Casio y prototipos muy extraños como el de la Nikon D5R. Y algo que no quiero pasar por alto, el libro de Vivian Maier, la niñera fotógrafa que comenté en este mismo blog. Saldrá a la venta en noviembre coincidiendo con un largometraje documental, gracias a la recaudación de más de 100.000 dólares en Kickstarter. Se puede hacer una pre-reserva desde la tienda de Amazon.
Y como siempre hay concursos y premios. Y como siempre hay polémica. Y como siempre, suelen ser los de siempre. Pero no todos. Algunos, aunque muy discutidos, tiene muchísima razón. Léanse si no, el manifiesto posfotográfico de Joan Fontcuberta. Real como la vida misma. Chapeau.
